domingo, 30 de agosto de 2009

FIESTAS PATRONALES DE LA PARROQUIA DE SANTA ROSA DE LIMA DE MANUEL ALBERTI (PARTIDO DE PILAR)




Este domingo 30 de agosto fue celebrada la Fiesta Patronal de Santa Rosa de Lima, en Manuel Alberti (partido de Pilar), presidida por nuestro Obispo diocesano, Mons. Oscar Sarlinga y concelebrada por el cura párroco (y vicario general con encargo para la educación católica), R.P. Tomás Llorente Martínez MSF, Mons. Santiago Herrera, pro-vicario general y Rector del Seminario, el R.P. José Luis, MSF y el P. Gabriel Micheli, vicario con encargo especial. El día anterior, como es tradicional, se tuvo en la plaza la "Jornada de la Paz" de la que participaron unas 4.000 personas. Las festividades contaron en todo con los auspicios del Municipio de Pilar, y la presencia del Sr. Intendente. El día 30, previamente a la misa el Sr. Obispo se dirigió junto con el Intendente Municipal, Dr. Humberto Zuccaro, Sra. esposa, el cura párroco, R.P. Tomás Llorente, sacerdotes, el senador provincial, autoridades municipales, a la plaza central, enteramente renovada por el Municipio, donde bendijo una estatua de Santa Rosa de Lima, que da de cara a la iglesia.

A continuación, las autoridades con el Sr. Obispo fueron hacia el monolito que recuerda la instauración de la nueva plaza, con inscripción marmórea, que también fue bendecida, y a continuación el vecino más antiguo de Manuel Alberti pronunció unas emotivas palabras.

Desde allí, los sacerdotes con el Sr. Obispo se dirigieron hacia el palco ubicado en la calle lateral a la plaza, donde tuvo lugar la Santa Misa, de la que participaron miles de fieles, y también las autoridades civiles mencionadas.

Mons. Oscar Sarlinga comenzó su homilía con una breve historia de la actual ciudad de Manuel Alberti, que cuenta hoy con más de 20.000 habitantes. La ciudad es comprendida eclesiásticamente dentro de la parroquia de Santa Rosa de Lima, la cual cuenta además con dos colegios católicos, «María Madre Nuestra» y «San Martín de Porres», a cargo del P. Tomás Llorente.

El Obispo aludió también a la fructífera novena, que resultó participativa y popular y que se había querido hacer coincidir la celebración con los 50 años de la presencia evangelizadora de la «Obra Cardenal Ferrari», la cual comenzó humildemente con los inicios de la actividad educativa católica, en lo que hoy es el colegio «María Madre Nuestra», que cuenta con 2.500 alumnos. Luego del breve trazado de la historia de Manuel Alberti, a continuación Mons. Oscar Sarlinga referenció el sentido misionero de toda la pastoral, dentro de la «Misión continental» a la que nos llamó el Santo Padre y el Documento de los Obispos en Aparecida, y mencionó luego algunos aspectos resaltantes de la vida de la Santa Patrona, Santa Rosa de Lima, de su intercesión, protección e influjo religioso y cultural en nuestra población, mencionando también que fue confirmada por Santo Toribio de Mogrovejo, modelo de Obispo y de misionero, cuya diócesis, añadió "abarcaba el territorio actual de todo Perú y toda Bolivia, a la que visitó y pastoreó, con su gobierno pastoral dedicado y admirable". A continuación se refirió el Obispo a la obra de promoción humana integral de la educación católica, tan señera en la región a raíz de la presencia del colegio «María Madre Nuestra» y culminó con una referencia a la caridad, en un sentido verdadero e integral, como «vía maestra de la doctrina social de la Iglesia», dando un punto de explicación de la encíclica «Caritas in veritate» (n. 2) de S.S. Benedicto XVI y augurando para Manuel Alberti, el partido de Pilar y la entera Argentina, el desarrollo integral "de todo el ser humano" y de todos los hombres y mujeres que pueblan este suelo bendito", en la paz, la concordia y el mirar hacia adelante con esperanza y con sentido del bien común. Refiriéndose al P. Tomás Llorente, y a su obra por todos conocida y valorada, remitió a un reportaje que se le realizara al cumplir sus 25 años de presencia en Manuel Alberti y le agradeció renovadamente su presencia sacerdotal, esfuerzo y dedicación a la promoción humana integral, recordando también que el pasado año la Santa Sede y el Obispado lo habían distinguido, confiriéndole la medalla «pro Ecclesia et Pontifice». Breve Historia de Manuel Alberti La historia de la actualmente tan poblada localidad de Manuel Alberti comienza en los primeros días de enero de 1946, cuando en la ubicación de la hoy ciudad consistía en amplias extensiones de campo, también conocidos por la ciudad vecina de Tortuguitas, y de hecho era llamada: "los Fondos de Tortuguitas". En esos días no más de 200 familias poblaban tales praderas pampeanas, familias las cuales eran conformadas en su gran mayoría por obreros trabajadores dependientes del emprendimiento estatal «Ferrocarriles Argentinos». Esto sin embargo, fue recién en diciembre de 1964 cuando vecinos y pioneros aceptan el desafío de apurar la construcción de la estación del ferrocarril, con una Estación / Apeadero, que fue elegida en un punto brindado por el llano necesario para que las locomotoras pudieran detenerse y arrancar sin demasiada resistencia por las inclinaciones del terreno. El 6 de junio de 1965 se canceló la deuda con Ferrocarriles Argentinos y el 18 de Junio de 1965 fue oficialmente inaugurada la estación, con la presencia de vecinos Fundadores. Con el crecimiento del cordón del Gran Buenos Aires, comenzó a producirse una mayor demanda habitacional, hecho que culminó con el advenimiento de loteos de tales tierras. El auge de crecimiento poblacional mencionado y la proyección de una Autopista (futura Panamericana) a trazar por el este, colaboraría en el acceso a estas tierras, ya que la única arteria automovilística de acceso a esos parajes era por entonces era la Ruta Nacional n. 8, por el oeste. En la actual ciudad y sus barrios existen emprendimientos de algunas sociedades de Fomento, y numerosos centros de promoción social pertenecientes a la Iglesia católica. En el año 1987 se asfaltó la primera calle de la localidad. Esta calle, llamada «Santa Rosa» (Hoy H Yrigoyen) es la principal calle y tomada como centro comercial. En ese mismo año también entra la primera linea de colectivo de la zona, la 228 (Expreso Paraná), produciendo así una llegada más rápida al centro de la ciudad de Buenos Aires. La iglesia parroquial, dedicada a la Santa Limense, es de bello estilo moderno y muy amplia. Fue construida a instancias del R.P. Tomás Llorente, MSF, e inaugurada en 1991. Está «confiada a religiosos», en la congregación de los Misioneros de la Sagrada Familia. El colegio «María Madre Nuestra» ha sido y es señero en la educación católica y en la promoción humana integral, en todo sentido, y así es reconocido en la región. Santa Rosa de Lima, la Patrona Santa Rosa de Lima, Patrona de América Latina, nació el 30 de abril de 1586. Su verdadero nombre era Isabel Flores y Olivia. Se cuenta que, era especialmente bella, por lo que, siendo aún muy pequeña, al verla dormir en su cuna tan hermosa como una flor, su madre y su nodriza la llamaron Rosa.En 1597, en la localidad de Quives, fue confirmada con el nombre de Rosa de Santa María por el Obispo Toribio de Mogrovejo, segundo Arzobispo de Lima, que años después fue santo. Rosa era muy alegre, cantaba con una voz hermosa y componía canciones; se sometía a penitencias por las conversiones y soportaba con entereza sus múltiples enfermedades.

Rosa dividía su tiempo entre el trabajo y la oración. Pasaba largas horas bordando y dedicaba los frutos de su trabajo a ayudar a la manutención de su familia, de 10 hermanos. Su espiritualidad estaba marcada por un gran amor hacia Jesús presente en la Eucaristía y hacia la Santísima Virgen María. Sus padres, don Gaspar Flores y doña María de Oliva, le hacían frecuentar fiestas y banquetes para que llamara la atención de los jóvenes más ricos de la ciudad y lograr así un matrimonio ventajoso. Pero si bien Rosa obedecía yendo a las fiestas, no estaba en sus planes contraer matrimonio sino consagrar su vida a Dios. A los 20 años, abrazó la espiritualidad de la Tercera Orden de Santo Domingo, al igual que Santa Catalina de Siena, modelo de vida para Rosa. Recibió el hábito negro y blanco el 10 de agosto de 1606 en el convento al que iba a rezar diariamente. A pesar de usar el hábito de la Orden de Santo Domingo, Rosa no fue monja de clausura sino que continuó viviendo con sus padres como terciaria dominica y dedicaba gran parte del día a la oración. La obediencia, la humildad y la caridad fueron sus principales virtudes. Rosa fue un ejemplo de sencillez y un testimonio de vida Evangélica. Su dedicación hacia los pobres, los enfermos y los necesitados le ganó en vida el amor de los limeños. Los milagros se sucedieron mientras vivía y después de su muerte. Falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años. Tanto el pueblo como las autoridades civiles y eclesiales acudieron al funeral; toda Lima estaba conmocionada y pedía su canonización.Luego de su muerte, su confesor aseguró que "jamás, ni de día ni de noche, perdía la presencia de Dios en su corazón y que su alma nunca fue mancillada por el pecado venial". El 12 de abril de 1671 el Papa Clemente X la proclamó Santa, estableciendo su fiesta el día 30 de agosto, declarándola Patrona de América Latina, Indias y Filipinas. Fue la primera Santa canonizada de Nuestro Continente.

viernes, 28 de agosto de 2009

PRÓXIMA FESTIVIDAD DE SANTA ROSA DE LIMA (EN MANUEL ALBERTI)

PATRONALES DE LA PARROQUIA HOMÓNIMA, DE MANUEL ALBERTI

(PARTIDO DE PILAR)

Este próximo domingo 30 de agosto será celebrada la Fiesta Patronal de Santa Rosa de Lima, en Manuel Alberti (partido de Pilar), presidida por nuestro Obispo diocesano, Mons. Oscar Sarlinga.

El R.P. Tomás Llorente, MSF, cura párroco, ha querido hacerla coincidir con los 50 años de la presencia evangelizadora de la «Obra Cardenal Ferrari», la cual comenzó humildemente con los inicios de la actividad educativa católica, en lo que hoy es el colegio «María Madre Nuestra», que cuenta con 2.500 alumnos.

Previo a la Santa Misa, se realizará en la plaza central a las 10 hs. la bendición de una estatua de Santa Rosa de Lima (está anunciada la asistencia de las autoridades municipales). La celebración de la Santa Misa tendrá lugar entonces a las 10.15 hs, en el amplio Templo parroquial, y a su término comenzará la procesión por las calles del barrio.

Breve Historia de Manuel Alberti

La historia de la actualmente tan poblada localidad de Manuel Alberti comienza en los primeros días de enero de 1946, cuando en la ubicación de la hoy ciudad consistía en amplias extensiones de campo, también conocidos por la ciudad vecina de Tortuguitas, y de hecho era llamada: "los Fondos de Tortuguitas". En esos días no más de 200 familias poblaban tales praderas pampeanas, familias las cuales eran conformadas en su gran mayoría por obreros trabajadores dependientes del emprendimiento estatal «Ferrocarriles Argentinos». Esto sin embargo, fue recién en diciembre de 1964 cuando vecinos y pioneros aceptan el desafío de apurar la construcción de la estación del ferrocarril, con una Estación / Apeadero, que fue elegida en un punto brindado por el llano necesario para que las locomotoras pudieran detenerse y arrancar sin demasiada resistencia por las inclinaciones del terreno. El 6 de junio de 1965 se canceló la deuda con Ferrocarriles Argentinos y el 18 de Junio de 1965 fue oficialmente inaugurada la estación, con la presencia de vecinos Fundadores.

Con el crecimiento del cordón del Gran Buenos Aires, comenzó a producirse una mayor demanda habitacional, hecho que culminó con el advenimiento de loteos de tales tierras. El auge de crecimiento poblacional mencionado y la proyección de una Autopista (futura Panamericana) a trazar por el este, colaboraría en el acceso a estas tierras, ya que la única arteria automovilística de acceso a esos parajes era por entonces era la Ruta Nacional n. 8, por el oeste.

En la actual ciudad y sus barrios existen emprendimientos de algunas sociedades de Fomento, y numerosos centros de promoción social pertenecientes a la Iglesia católica. En el año 1987 se asfaltó la primera calle de la localidad. Esta calle, llamada «Santa Rosa» (Hoy H Yrigoyen) es la principal calle y tomada como centro comercial. En ese mismo año también entra la primera linea de colectivo de la zona, la 228 (Expreso Paraná), produciendo así una llegada más rápida al centro de la ciudad de Buenos Aires.

La iglesia parroquial, dedicada a la Santa Limense, es de bello estilo moderno y muy amplia (tiene capacidad para 1.200 personas). Fue construida a instancias del R.P. Tomás Llorente, MSF, e inaugurada en 1991. Está «confiada a religiosos», en la congregación de los Misioneros de la Sagrada Familia.

El colegio «María Madre Nuestra» ha sido y es señero en la educación católica y en la promoción humana integral, en todo sentido, y así es reconocido en la región.

SANTA ROSA DE LIMA, LA PATRONA

Santa Rosa de Lima, Patrona de América Latina, nació el 30 de abril de 1586. Su verdadero nombre era Isabel Flores y Olivia. Se cuenta que, era especialmente bella, por lo que, siendo aún muy pequeña, al verla dormir en su cuna tan hermosa como una flor, su madre y su nodriza la llamaron Rosa.

En 1597, en la localidad de Quives, fue confirmada con el nombre de Rosa de Santa María por el Obispo Toribio de Mogrovejo, segundo Arzobispo de Lima, que años después fue santo. Rosa era muy alegre, cantaba con una voz hermosa y componía canciones; se sometía a penitencias por las conversiones y soportaba con entereza sus múltiples enfermedades.

Rosa dividía su tiempo entre el trabajo y la oración. Pasaba largas horas bordando y dedicaba los frutos de su trabajo a ayudar a la manutención de su familia, de 10 hermanos. Su espiritualidad estaba marcada por un gran amor hacia Jesús presente en la Eucaristía y hacia la Santísima Virgen María.

Sus padres, don Gaspar Flores y doña María de Oliva, le hacían frecuentar fiestas y banquetes para que llamara la atención de los jóvenes más ricos de la ciudad y lograr así un matrimonio ventajoso. Pero si bien Rosa obedecía yendo a las fiestas, no estaba en sus planes contraer matrimonio sino consagrar su vida a Dios.

A los 20 años, abrazó la espiritualidad de la Tercera Orden de Santo Domingo, al igual que Santa Catalina de Siena, modelo de vida para Rosa.

Recibió el hábito negro y blanco el 10 de agosto de 1606 en el convento al que iba a rezar diariamente. A pesar de usar el hábito de la Orden de Santo Domingo, Rosa no fue monja de clausura sino que continuó viviendo con sus padres como terciaria dominica y dedicaba gran parte del día a la oración.

La obediencia, la humildad y la caridad fueron sus principales virtudes. Rosa fue un ejemplo de sencillez y un testimonio de vida Evangélica. Su dedicación hacia los pobres, los enfermos y los necesitados le ganó en vida el amor de los limeños. Los milagros se sucedieron mientras vivía y después de su muerte. Falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años.

Tanto el pueblo como las autoridades civiles y eclesiales acudieron al funeral; toda Lima estaba conmocionada y pedía su canonización.

Luego de su muerte, su confesor aseguró que "jamás, ni de día ni de noche, perdía la presencia de Dios en su corazón y que su alma nunca fue mancillada por el pecado venial".

El 12 de abril de 1671 el Papa Clemente X la proclamó Santa, estableciendo su fiesta el día 30 de agosto, declarándola Patrona de América Latina, Indias y Filipinas. Fue la primera Santa canonizada de Nuestro Continente.

VISITA CANÓNICA DE MONS. OSCAR SARLINGA A LA SEDE DEL INSTITUTO DE LAS HERMANAS DE LA CARIDAD DE MIYAZAKI (Ciudad de Matheu)

El domingo 23 del corriente nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga hizo la segunda visita canónica a la primera congregación japonesa que se ha establecido en la Argentina: las Hermanas de la Caridad de Miyazaki, cuya comunidad religiosa se halla en la ciudad de Matheu (partido de Escobar). Actualmente, la comunidad se compone de la Hna. Superiora, Madalena Tanaka, la Hna. Leonilda Tarukado y la Hna. Helen Ribera. Para el año 2010, en la medida en que las posibilidades habitacionales de la casa religiosa se amplíen, esperan la llegada de tres hermanas coreanas más, pues en Corea son numerosas las vocaciones, de tal manera que, Dios mediante, el año que viene serán seis. Durante la visita del Obispo, quien también celebró la misa con ellas, las hermanas le refirieron el apostolado que han estado realizando, con la visita a las familias, la comunión a los enfermos, los oratorios festivos con los niños, los talleres de formación y promoción humana, y la catequesis, así como en general de la atención espiritual del barrio «1ro. de Julio» (al que corresponde la capilla de la Asunción de la Ssma. Virgen). La Sra. Adriana Rascio, de ayuda permanente a las hermanas, estuvo también presente. Para el almuerzo compartido tuvo la gentileza de hacerse presente el cura párroco de Matheu, Pbro. Julio César Grassi.

ORIGEN DE LA FUNDACIÓN

En efecto, el 15 de agosto de 2008 tuvo lugar en la misma Matheu, la misa inaugural del establecimiento en la diócesis de Zárate-Campana de esta congregación japonesa de raíces salesianas, con la participación del entonces Padre Inspector del Japón, R.P. Osvaldo Puppo, SDB, otros superiores salesianos, la madre general de Japón y las provinciales de América Latina. El instituto religioso es de derecho pontificio, habiendo sido fundado el 15 de agosto de 1937 por el padre Antonio Cavoli, en Miyazaki, Japón. Se dedican a la evangelización, la catequesis y la promoción humana integral, desde la familia, y en especial desde el trabajo con los niños. Por tradición fundacional, la congregación visita siempre a las familias de los enfermos y de los pobres, proporcionándoles asistencia espiritual, moral y material, y ayudándolos a llevar una vida humana y cristiana digna. Fue precisamente en 2008 cuando se celebró el año centenario de la llegada de los primeros inmigrantes japoneses a América Latina, quienes arribaron a Brasil. El fundador del Instituto, R.P. Cavoli, SDB, nació en San Giovanni in Marignano, Italia, el 4 de agosto de 1888 y fallecido el 22 de noviembre en Tokio, Japón, donde trabajó como misionero desde 1926. La congregación fue fundada para la asistencia a los pobres desamparados por la guerra. Su lema: «Bienaventurados los misericordiosos» y «Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio». La sede de la congregación está en Tokio, y cuenta con cerca de 1.000 hermanas, con un total de 167 casas (a la que se agrega ahora 168, en Zárate-Campana), esparcidas en Japón, Korea, Filipinas, Australia, Papúa-Nueva Guinea, Italia, Alemania, Estados Unidos, Bolivia, Perú, Brasil, y, desde la fundación en Matheu, Argentina. El padre Cavoli, quien antes de fundar la congregación era párroco de Miyazaki, había formado allí una asociación de laicas de San Vicente de Paúl, que se desenvolvió con mucho éxito durante casi un decenio. Esta asociación estaba compuesta por jóvenes y señoras, las cuales, movidas por la caridad cristiana, tenían un centro de acogida en un asilo construido por el padre Cavoli, para niños, ancianos y enfermos, abandonados por la sociedad de su época. Respecto a la fundación en Argentina, ya desde el año 2006, por iniciativa del Padre Osvaldo Puppo, habían tenido las hermanas una serie de encuentros, estudios pastorales y reuniones con el obispo Oscar Sarlinga y el consejo episcopal.

CARISMA Y APOSTOLADO EN ZÁRATE-CAMPANA

Las Hermanas de la Caridad (conocidas en Japón como «Cáritas-Kai») ejercen un apostolado en las obras de caridad y en todo género de actividades, teniendo presentes las necesidades locales. Consideran que la caridad consiste, sí, en llevar el bienestar físico a los individuos, las familias y la sociedad, pero no sólo, sino que trabajan con celo para la salvación, con un concepto integral de promoción social, enseñando la moral cristiana e inspirándose siempre del espíritu evangélico. Actualmente trabajan en escuelas, guarderías, asilos para ancianos y niños, comedores públicos, hospitales, ambulatorios, prensa, librería, artículos religiosos, servicios parroquiales, visitas a hospitales y casas, coordinación de reuniones de pastoral, seminarios catequísticos y otras actividades. Dentro del carisma fundacional, en la diócesis de Zárate-Campana nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga les ha pedido una dedicación a la visita a las familias, en especial a aquéllas que se hallan alejadas de la Iglesia, la promoción integral de la persona humana, con una particular atención a la niñez (y al catecismo de los niños), a los enfermos, así como que tengan en cuenta las necesidades de la misión para con la numerosa comunidad de origen boliviano y aquélla que queda, de origen japonés, en la región (el partido de Escobar se caracteriza por una presencia notable de inmigración de origen japonés).

miércoles, 26 de agosto de 2009

ECOS DEL Xmo. ENCUENTRO DIOCESANO DE CATEQUESIS

“SER DISCÍPULO ES UN DON DESTINADO A CRECER”

ECOS DEL Xmo. ENCUENTRO DIOCESANO DE CATEQUESIS EN GARÍN Y DEL RENOVADO EMPEÑO EUCARISTICO CATEQUÍSTICO EN EL CONTEXTO DE LA MISIÓN CONTINENTAL.

(Garín, sábado 22 de mayo de 2009)

Información de la delegación de catequesis

Bajo el lema "Ser discípulo es un don destinado a crecer" cerca del millar de catequistas participaron del Xmo. Encuentro diocesano.

En un clima festivo, el encuentro se inició con un momento de adoración al Santísimo sacramento y la exposición de Mons. Oscar Sarlinga acerca de "La catequesis en el Plan Pastoral diocesano", poniendo el acento en los aspectos comunional y misionero. Los trabajos en grupo permitieron intercambiar experiencias de las distintas comunidades y generar preguntas a partir de los contenidos vertidos en la exposición del Obispo. Se vivió un momento de fuerte experiencia de comunión cuando el Pastor de la diócesis fue respondiendo a cada uno de los interrogantes planteados por los grupos de reflexión. La comunidad "Cenacolo", jóvenes en recuperación llegados por situaciones de drogadependencia, realizó en forma brillante una representación en la que mostraron las situaciones de muerte y aislamiento que genera la droga y el camino de liberación y Vida que supone la opción por Jesucristo. La mañana concluyó con los festejos por los 10 años de la Junta diocesana de catequesis y la presentación de un video que recogió la historia de estos años.

Por la tarde se realizaron los siguientes talleres simultáneos:

- Educación para el amor, en búsqueda del verdadero sentido. Taller y reflexión de conceptos clave. A cargo de la Prof. Celia Montani y la Lic. Patricia Louzán.

- La música, el canto y el cuerpo en frecuecia misionera. "Canción y misiòn, recursos para una animación musical en la catequesis de niños". A cargo de Hugo Castro y Juan Carlos Quiroga, del grupo "Movicanto".

- Inclusión-Exclusión. Reflexión sobre algunos textos del Evangelio. Á cargo del Pbro.Pablo Molero, integrante de la Comisión Arquidiocesana de Buenos Aires para las personas con discapacidad. El taller estuvo destinado a los agentes de pastoral y catequistas que trabajan en la catequesis especial.

- El acompañamiento de los adolescentes, una dimesión pastoral. A cargo Hugo Desimone y destinado a los docentes y agentes de pastoral que suelen trabajar con adolescentes.

- Comunicación y adicciones. Grupo de reflexión que estuvo destinado a todo aquel interesado en la prevención de adicciones. A cargo del Lic. Juan Pablo Berra.

- ¿Cómo dar catequesis a los niños de hoy? Grupo de reflexión a cargo del Lic. Luis Benavidez. Presentación de la Catequesis y de los nuevos paradigmas de iniciación cristiana.

El Pbro. José Luis Quijano, Rector del Instituto Superior de Catequesis Argentino (ISCA), se hizo presente para comentar los pasos dados a lo largo de todo un año a través del Curso de Agentes Multiplicadores (CAM): 70 catequistas de la diócesis están aprovechando este espacio de formación y uno de los alumnos del CAM compartió la experiencia vivida en este curso.

El X Encuentro diocesano de catequistas concluyó con la Eucaristía presidida por Mons. Oscar Sarlinga y una muy buena presencia de sacerdotes de la diócesis. Con motivo del año sacerdotal, un presbítero y un laico dieron su testimonio de lo que significó la catequesis en el camino de crecimiento en la fe de cada uno de ellos en su camino de crecimiento como disípulo de Cristo en la Iglesia.

domingo, 23 de agosto de 2009

SE CELEBRÓ EN LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA EL Xmo. ENCUENTRO DIOCESANO DE CATEQUESIS

CON EL LEMA
«SER DISCÍPULO ES UN DON DESTINADO A CRECER»
(Documento de Aparecida, n. 291)

ESTE SÁBADO 22 DE AGOSTO, EN LAS INSTALACIONES DEL COLEGIO «CRISTO REY» DE LA CIUDAD DE GARÍN (PARTIDO DE ESCOBAR), CON LA CONCURRENCIA DE 1.000 CATEQUISTAS, 45 SACERDOTES, DIÁCONOS PERMANENTES, EL SEMINARIO «SAN PEDRO Y SAN PABLO» Y LA PRESENCIA DE NUESTRO OBISPO MONS. OSCAR SARLINGA, TUVO LUGAR ESTE MARAVILLOSO ENCUENTRO DE FE Y COMPROMISO POR LA MISIÓN, ORGANIZADO POR LA DELEGACIÓN DIOCESANA DE CATEQUESIS, LA JUNTA DIOCESANA Y LA COLABORACIÓN DE TODAS LAS PARROQUIAS.

LA OCASIÓN FUE TAMBIÉN LA DEL FESTEJAR EL Xmo. ANIVERSARIO DE LA JUNTA CATEQUÍSTICA DIOCESANA

COMENZÓ CON LA ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO, PROSIGUIÓ CON LA EXPOSICIÓN DE MONS. OSCAR SARLINGA, SEGUIDA DE TRABAJO EN GRUPO Y PLENARIO, DURANTE EL CUAL EL OBISPO RESPONDIÓ A LAS DISTINTAS PREGUNTAS DE LOS CATEQUISTAS DE SU DIÓCESIS.
POR LA TARDE TUVIERON LUGAR EXPOSICIONES DE ESPECIALISTAS, Y DINÁMICAS GRUPALES.

En próxima actualización de esta página daremos cobertura a este acontecimiento que llenó de alegría a nuestra Iglesia diocesana.

El presbítero José Luis Quijano, director del Instituto Superior de Catequesis Argentino (ISCA) se referió al caminar de esta entidad en la diócesis de Zárate-Campana.



EL ENCUENTRO DIOCESANO CULMINÓ CON LA CELEBRACIÓN DE LA MISA, A LAS 16, CON EL GRAN SALÓN DE ACTOS COMPLETAMENTE LLENO.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Xmo. ENCUENTRO DIOCESANO DE CATEQUESIS EN GARÍN

INVITACIÓN AL Xmo. ENCUENTRO DIOCESANO DE CATEQUESIS EN GARÍN, EL PRÓXIMO SÁBADO 22 DE AGOSTO, Y RENOVADO EMPEÑO EN LA MISIÓN CONTINENTAL, ANTE EL TRÍPTICO DE APARECIDA


"SER DISCÍPULO ES UN DON DESTINADO A CRECER"


MENSAJE DE MONS. OSCAR D. SARLINGA A LOS CATEQUISTAS DE LA DIÓCESIS
17 de agosto de 2009

Queridos catequistas de la diócesis,
Querido y valorado Padre Fernando Crevatín, Delegado de Catequesis y Evangelización de la Cultura,
Queridos miembros de la Junta catequística diocesana

Tiempo atrás, más exactamente el 21 de mayo, el Padre Fernando me sugería que las intervenciones del Obispo en los más de tres años que el Señor me dio en pastorear esta diócesis fueron más bien breves en los encuentros de Catequesis. Y, lo pensé, tenía razón. Mi intención había sido siempre el priorizar la convocación comunitaria, la organización pastoral del evento, el expresarse de los propios catequistas y la formación que pudieran brindarles excelentes participantes e invitados expertos en el tema.

De hecho, me siento de verdad contento y feliz con este acontecimiento que nos congrega cada año, excelente en cuanto a la convocación, tratamiento de los temas, trabajo de conjunto, ambiente de fraternidad y culminación con la eucaristía. Recibiendo esta sugerencia a la que hice alusión, que apuntaba a una de las principales tareas del Obispo, el Padre Fernando me proponía: "¿No le gustaría este año ser el orador principal de nuestro encuentro diocesano?. Qué mejor que sea el primer catequista y maestro de la doctrina en la diócesis quien les hable a nuestros catequistas".

Por eso, aceptando con gusto esta propuesta desde la fe, vamos a hacer una breve referencia a la catequesis en el proyecto pastoral diocesano y el trabajo de comunión orgánica con las otras pastorales (con aplicación concreta en las parroquias y colegios), y principalmente a la Catequesis e iniciación cristiana a la luz del Documento de Aparecida, el cual, de los últimos tiempos, es el Documento por excelencia de la Misión; esto es, la catequesis asumida como misión, juntos en nuestro caminar, para que nuestro pueblo, en Cristo, tenga vida.

Es la razón por la que les propongo también nuestro recuerdo y renovado empeño en asumir renovadamente la misión continental, ante el «Tríptico de Aparecida» como catequistas del Pueblo de Dios.

Sabemos que la Gran Misión Continental, para la cual la Conferencia Episcopal Argentina ha dejado a las distintas diócesis el «acto inicial» ha tenido su lanzamiento en la diócesis de Zárate-Campana el día 9 de mayo, con oportunidad del término de la misión en Escobar, la celebración de las Fiestas Patronales diocesanas (por el 8 de mayo, día de la Virgen de Luján) y la consagración de la diócesis al Sagrado Corazón de Jesús, en la iglesia co-catedral de la Natividad del Señor, de Belén de Escobar. Queremos ahora también profundizar sobre la misionariedad en la «catequesis» como aspecto principal, tanto desde la «dimensión misionera de toda la pastoral» como de los «gestos concretos de misión». Así queremos ver la iniciación cristiana, a la luz del Espíritu que nos impulsa a anunciar a Jesucristo, el Amor de los Amores, como Iglesia, que es su Cuerpo.

Gracias por toda su dedicación, su apostolado, incluso con sacrificio. Como Pastor de ustedes, invito a todas y a todos los catequistas de la diócesis a este encuentro del día sábado 22, en el Colegio de las Hnas. de Cristo Rey, en la ciudad de Garín, para que sea un momento de alegría y paz en la fe, y de renovado espíritu de fraternidad, en apertura amorosa a lo que el Espíritu Santo nos quiera recordar, de todo lo que Jesús dijo e hizo, para nuestra misión.

Rezo por ustedes, por todos y todas y por cada uno, para que reciban bendición y paz, y el "ciento por uno" de todo lo que dan, pues Dios ama al que da con alegría.

Con afecto pastoral los saluda,

+Oscar, Obispo.

Xmo. Garín (Buenos Aires, partido de Escobar, diócesis de Zárate-Campana)

X Encuentro Diocesano de Catequistas
El sábado 22 de agosto de 8.45 a 17, tendrá lugar en el Colegio Cristo Rey (Cabildo 2099, Garín), el X Encuentro Diocesano de Catequistas de Zárate-Campana, organizado por la Delegación diocesana de Catequesis y Evangelización de la Cultura, a cargo del Pbro. Fernando Crevatín. Está programado por la mañana un momento de adoración al Santísimo, una disertación del obispo diocesano, monseñor Oscar Sarlinga y trabajos en grupo, a partir de la disertación. Al mediodía la Comunidad Cenáculo (de recuperación de adictos a las drogas) realizará una presentación teatralizada acerca del tema de las adicciones; a continuación se realizarán talleres simultáneos. A las 16 se celebrará la misa, presidida por el obispo, con lo que se dará por concluído el encuentro. Durante la jornada se celebrará también el 10º aniversario de la Junta Diocesana de Catequesis, mientras que el presbítero José Luis Quijano, director del Instituto Superior de Catequesis Argentino (ISCA) se referirá al caminar de esta entidad en la diócesis de Zárate-Campana.+
La misión en la diócesis y el año sacerdotal

Nuestro Obispo inauguró el «Año sacerdotal» convocado por Su Santidad Benedicto XVI, el día 19 de junio, en la iglesia catedral de Santa Florentina, en consonancia con la solemne apertura que el Santo Padre hiciera en Roma, el mismo día, con oportunidad de la celebración de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

En este contexto, y para dar al Año Sacerdotal en la diócesis una especial dimensión misionera, dentro de la "semana sacerdotal", cuyos momentos más significativo ha sido el día 4, con la eucaristía presidida por Mons. Oscar Sarlinga y concelebrada por los sacedotes de la iglesia catedral y algunos del Obispado, tuvo lugar también el primer encuentro del recientemente creado «consejo pastoral» de la parroquia de Santa Florentina (iglesia catedral) en la cual el Sr. Obispo expuso los lineamientos fundamentales del «Plan Pastoral diocesano», en particular en lo concerniente a los ejes fundamentales de la «comunión» y «misionariedad».

La Iglesia particular de Zárate-Campana asumió en el año 2006 el «estado de misión» y desde entonces se han realizado dos grandes misiones diocesanas (en especial con participación de jóvenes), la de Santiago del Baradero y la de Belén de Escobar. También hubo gestos especiales de misión y misiones populares en la ciudad de Campana (centro y barrios, a cargo del grupo juvenil de la iglesia catedral, con los Padres Hugo Lovatto, Mauricio Aracena y Lucas Martínez; así como en Ariel del Plata, cuya misión estuvo a cargo del grupo misionero de la parroquia de Maquinista Savio) y en barrios del partido de Escobar (Garín, La Chechela y otros pertenecientes a la parroquia de San Juan de la Cruz), Pilar (Presidente Derqui y nueva parroquia de Ntra. Sra. de Luján y San José Obrero, en Zelaya, así como Ntra. Sra. de las Gracias y también parroquia de San Luis Gonzaga-Fátima), Zárate (parroquia de Ntra. Sra. del Carmen y Ntra. Sra. de Luján), Los Cardales (parroquia entre los partidos de Campana y Exaltación de la Cruz). Otros grupos misioneros han realizado gestos concretos de misión en San Antonio de Areco, y también en otros lugares de la República.

El Obispo, acompañado de Mons. Edgardo Galuppo (vicario general), Mons. Marcelo Monteagudo (Delegado de las Misiones y Director de las Obras misionales pontificias en la diócesis), y los padres Hugo Lovatto (cura párroco de la iglesia catedral y Delegado de la Pastoral Juvenil), Mauricio Aracena (vicario parroquial y delegado de Liturgia) y Lucas Martínez (vicario parroquial) hicieron hincapié en la misionariedad del Año Sacerdotal (que el mismo Santo Padre realizara, haciendo la relación con el Año Paulino Jubilar), exponiendo ante los fieles presentes (numerosos de ellos pertenecientes al consejo pastoral de Santa Florentina) el TRÍPTICO DE APARECIDA, que el Obispo encargó a Mons. Olmedo, Prelado de Humahuaca, el cual lo hizo pintar por un grupo de artistas pintores de esa Prelatura (a la cual va todos los años a misionar, por lo demás, el grupo misionero del Colegio de Santa María, de las Hnas. Claretianas, que están en Belén de Escobar).

Ya el pasado año, tuvo lugar un Encuentro de 700 catequistas de la diócesis de Zárate-Campana, con el lema: “Discípulos y Misioneros, para anunciar la Buena Noticia”
Con el lema “Discípulos y misioneros para anunciar la Buena Noticia”, 700 catequistas provenientes de las 25 parroquias de la diócesis de Zárate-Campana se reunieron en el Instituto Madre del Divino Pastor, de Pilar, el sábado 23 de agosto en el IX Encuentro Diocesano de Catequistas.

Acompañaron en ese momento a los catequistas, tres diáconos permanentes, numerosas religiosas, los seminaristas diocesanos, 30 sacerdotes y el obispo diocesano, monseñor Oscar Sarlinga, quien estuvo presente por la mañana y luego presidió la misa de clausura a la tarde. El encuentro se desarrolló con un variado programa en el que hubo disertaciones y paneles temáticos, a cargo de monseñor Santiago Herrera, provicario general de la diócesis,quien habló sobre la relación entre la catequesis y la misión. El presbítero José Luis Quijano, rector del Instituto Superior de Catequesis (ISCA), trazó líneas importantes para la catequesis inserta en el proyecto pastoral, se refirió a temas de metodología y comunicación, tan fundamentales para realizar un trabajo de conjunto, y oficializo el aporte del ISCA a la diócesis, en especial en la formación a los catequistas. Resultaron de gran interés los talleres, tales como “Perfil del catequista a la luz de Aparecida”, por el hermano marista Eugenio Magdaleno, y “La Misión en la Catequesis de Confirmación”, de monseñor Marcelo Monteagudo, delegado diocesano para las misiones. Por su parte el Equipo de la Junta Nacional de Catequesis se refirió a "Catequesis Especial", el licenciado Luis Benavídez coordinó el taller “Iniciación Cristiana. Nuevos paradigmas”, y la profesora Celia Montani en el taller “Educar para el amor”.

En su homilía del pasado año, monseñor Sarlinga felicitó a los catequistas por su entrega generosa y fiel, así como por la fe que ponen en obra en la diócesis. Se refirió también a la importancia del “condiscipulado evangelizador” y a la “conversión a la misión” a la que se nos llamó desde el III Congreso Americano Misionero, con el lema “América con Cristo: escucha, aprende y anuncia"



domingo, 16 de agosto de 2009

ORDENACIÓN SACERDOTAL DEL REV. DIÁCONO AGUSTÍN VILLA

Nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga ordenó presbítero al Rev. Diác. Agustín Villa, quien, como sacerdote, es destinado como vicario parroquial de la iglesia catedral y colaborador de la Delegación diocesana de Pastoral de Juventud.





El sábado 15 de agosto, en la Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen, nuestro Obispo diocesano, Mons. Oscar D. Sarlinga, ordenó sacerdote al Rev. Diác. Agustín Villa, a quien había conferido la ordenación diaconal en el mes de febrero, en la Basílica de San Salvatore in Lauro, en Roma, donde el ordenado concluyó sus estudios teológicos.
La ordenación presbiteral tuvo lugar en la iglesia de Santa Florentina, en la ciudad de Campana, y fue concelebrada por 40 sacerdotes, entre los cuales Mons. Galuppo, vicario general, Mons. Santiago Herrera, pro-vicario general y Rector del Seminario «San Pedro y San Pablo», el Pbro. Hugo Lovatto, cura párroco de la parroquia catedral y delegado diocesano para la Pastoral de Juventud, numerosos curas párrocos, sacerdotes religiosos, vicarios parroquiales y clero de la diócesis en en general. También estuvieron presentes varios sacerdotes de Mercedes-Luján. Cinco diáconos asistieron a la celebración, entre los cuales los candidatos a la ordenación presbiteral de la diócesis, y dos que acudieron a la ceremonia, uno desde la diócesis de San Cristóbal (Venezuela), quien fue compañero de estudios.
Se encontraba presente la familia del P. Agustín Villa, quienes son originarios de la ciudad de Mercedes (Pvcia. de Buenos Aires), numerosa juventud, y feligresía en general. El sacerdote es el séptimo que Mons. Sarlinga ordena para el clero secular de Zárate-Campana (y el duodécimo de ordenación). Al término de la misa, en algunas palabras surgidas del corazón, el Obispo agradeció mucho al clero su presencia, su apoyo, el sentido sacerdotal y misionero, en la fraternidad sacerdotal, y mencionó que al término del año 2009 el clero de la diócesis superará los 80 sacerdotes, entre seculares y religiosos, lo cual, más que una razón numérica, es sobre todo una razón pastoral, para que, en unión con el Obispo, con el Santo Padre como cabeza visible de la Iglesia Universal, puedan pastorear a la porción del Pueblo de Dios que les ha sido encomendada, con alegría, y con renovado vigor, en este Año Sacerdotal. Exhortó vivamente a la diócesis, y al “óptimo laicado” a ser misioneros, a tener un sentido de «diócesis misionera» y a saber dar desde nuestra pobreza, a comenzar por la oración por las vocaciones sacerdotales, misioneras, laicas consagradas, y en especial por los seminaristas (20) del Seminario «San Pedro y San Pablo» que funciona en Buenos Aires.
En el inicio de su homilía, Mons. Oscar Sarlinga puso énfasis en querer cumplir una vez más la profecía de la misma Santísima Virgen, en el Magníficat, llamándola «Bienaventurada», en su advocación de Nuestra Señora de Luján (cuya imagen réplica se encontraba junto al altar), porque «todas las generaciones llaman bienaventurada a la Virgen Madre», a la cual, casi al término de su predicación, apreció como «Madre de la Iglesia» y explicó por qué el Papa Pablo VI la proclamó tal durante el Concilio Vaticano II.
Luego de hacer alusión al «renovado Cenáculo» que significaba la celebración de la ordenación, en particular en este Año Sacerdotal que ha convocado el Santo Padre Benedicto XVI, dijo que tal ceremonia era «el cuadro ideal para nuestra meditación sobre el sacerdocio ministerial», que centró en la mirada de Jesús a sus Apóstoles y discípulos que allí estaban en el Cenáculo, y en ellos, a la comunidad de los discípulos de todos los tiempos, de todos los siglos, citando en ese momento a Jn. 17, 20 («aquéllos que –según su palabra- creerán en mí, mediante la palabra de ellos»), y añadiendo: “Sí, en su disposición al sacrificio de la Cruz, Él nos veía a nosotros, que estamos aquí, y oró por nosotros: “Conságralos en la verdad. Tu palabra es verdad. Como tú me has mandado a mí en el mundo, también yo los he mandado a ellos; por ellos me consagro, para que sean ellos también consagrados en la verdad” (17, 17ss)”.
Luego dijo el Obispo que es en el nombre de Cristo, como Apóstoles, como discípulos, como «recibimos nosotros un «nombre nuevo», a la manera de Pedro, en el sentido de una nueva misión, la de actuar en Nombre de Jesús, de tal modo, que nuestro «yo», lejos de quedar inmanente, pasa a ser relativo siempre al «Yo» de Jesús, que así nos plenifica y nos envía» Y añadió que los nuevos Apóstoles son enviados « (…) para sanar a los hermanos, para ayudar a los «enfermos» (en todos los sentidos válidos del término) a levantarse y retomar camino (como en el libro de los Hechos, 4,10), para amar a los pobres, para construir civilización del Amor, justa y solidaria».
Pidió a quien en instantes sería ordenado que abrace la Cruz, como “(…) «Cruz Pascual», con la certeza de la Resurrección ya cumplida, del Triunfo de Cristo ya ganado” y rememoró allí el Obispo una hermosa carta que le envió muchos años atrás el entonces Cardenal Eduardo Pironio, de respuesta a un saludo, en lo cual vio, según dijo, la gran humildad y riqueza espiritual de ese gran Pastor: “En su humildad, el Cardenal tuvo a bien trazarme, en brevísimas líneas, un programa de vida: «tendrás siempre la Cruz; es la Cruz Pascual, abrazála siempre en el ministerio sacerdotal»”. Y eso fue lo que pidió también para el joven al que iba a ordenar, así como que amase especialmente a la Iglesia particular, la diócesis de Zárate-Campana, “(…) que ya te acogió –dijo- cuando fuiste incardinado en tu ordenación diaconal, por imposición de manos y oración consecratoria de un servidor, en la Basílica de San Salvatore in Lauro, en Roma. Luego de hacer una nueva referencia al papá, la mamá y los hermanos de quien sería ordenado, le dijo: “(…) la amarás más que nunca. El cuarto mandamiento no sólo «obliga», es fuente de vida y bendición. Que tus padres, tus hermanos, tus familiares todos, más que nunca tengan en el sacerdote una fuente de renovada alegría, de bendición, de dar gracias al Padre de quien procede toda bondad. Es hoy, también la consagración del Amor con que ellos te concibieron, te tuvieron, te criaron, te educaron, te amaron hasta el sacrificio”.
Prosiguió el Obispo con su alusión al título de «Madre de la Iglesia» de la Santísima Virgen, y narró cómo durante la celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II, entre el aplauso de los Padres y del orbe católico, el recordado Papa Pablo VI proclamó tal a María. Dijo también que el Papa Benedicto XVI meditó días atrás sobre la relación que existe entre la Virgen María y los presbíteros, en el marco del Año Sacerdotal, y a continuación, exhortando a quien iba a ordenar, a ser, «con humildad», «maestro de vida espiritual», trajo a colación una hermosa oración dirigida a San Agustín, compuesta por S.S. Pablo VI (y pronunciada en la iglesia de San Pietro in Cieldoro, en Pavía, en mayo de 1969) que el propio Obispo tradujo y extractó, en la cual el Papa pedía al Santo Obispo y Doctor su intercesión para que nos ayude a todos a redescubir la vida interior, algo tan necesario. Algunos extractos de la hermosísima oración figuran en el texto completo de la homilía. Por fin, mencionó el Obispo que en ese mismo día, en la meditación del Ángelus en Castelgandolfo, el Santo Padre Benedicto XVI había ensalzado la figura de María como «Estrella que guía a la humanidad hacia Jesús, “Sol que brilla entre las tinieblas de la historia, y da la Esperanza y la Certeza del triunfo del Señor», exhortando a todos a tenerla como Estrella de la Evangelización, en torno a la comunión orgánica y la misionariedad.
Al término de la misa, y luego de haber saludado el neo-presbítero a gran cantidad de fieles, se dirigieron todos al colegio «Santo Tomás de Aquino» donde Mons. Edgardo Galuppo y el Dr. César Gauthier habían hecho prepara un ágape fraterno, que contó con mucha participación de quienes habían estado en la misa, y con la animación del coro del Colegio, perteneciente al Obispado de Zárate-Campana.

ORDENACIÓN SACERDOTAL
DEL REV. DIÁCONO AGUSTÍN VILLA
HOMILÍA DE S.E. MONS. OSCAR SARLINGA
IGLESIA DE SANTA FLORENTINA
CAMPANA
DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA

Sábado 15 de agosto de 2009

Sres. Vicarios, Mons. Galuppo, vicario general
Mons. Santiago Herrera, pro-vicario general y Rector del Seminario «San Pedro y San Pablo»
Sr. Cura párroco, Pbro. Hugo Lovatto, queridos sacerdotes de esta diócesis, y aquéllos que han venido de la diócesis de Mercedes-Luján, entre los cuales el vicario general Mons. Jorge Bruno,
Querida familia de Agustín, papá, mamá, hermanos, familiares, amigos todos,

Queridos diáconos, entre los cuales Óscar Fuenmayor, que ha venido desde Venezuela, su patria; Religiosos, religiosas, muy queridos seminaristas, hermanos y hermanas todos.

¡BIENAVENTURADA!
Queremos cumplir una vez más la profecía de la misma Santísima Virgen, que acabamos de proclamar en el Evangelio de hoy, en el día de su Asunción, y la llamamos de corazón: ¡Bienaventurada!, porque Bienaventurada la llamarán todas las generaciones.
Bienaventurada es también hoy la Madre Iglesia, que se alegra por este nuevo sacerdote al que ordena el Sucesor de los Apóstoles, a los pies de María de Luján, y con la protección del Glorioso Patriarca San José.

I. EN ESTE RENOVADO CENÁCULO

Este Año Sacerdotal que ha convocado el Santo Padre Benedicto XVI es el cuadro ideal para nuestra meditación sobre el sacerdocio ministerial que hoy recibe nuestro hermano Agustín Villa.
Por obra del Espíritu que «nos recuerda todo lo que Jesús dijo e hizo», nos encontramos en un renovado Cenáculo, como en la tarde de su Pasión, cuando el Señor oró por sus discípulos reunidos entorno a Él. Jesús, en esa tarde, miraba al mismo tiempo que a sus discípulos que allí estaban, a la comunidad de los discípulos de todos los tiempos, de todos los siglos, a «aquéllos que –según su palabra- creerán en mí, mediante la palabra de ellos» (Jn 17, 20). En su mirada de Hijo de Dios, nos veía en el Espíritu Santo a nosotros, lo veía también a Agustín, veía cómo calarían esas palabras en el futuro de la Iglesia apenas naciente. Sí, en su disposición al sacrificio de la Cruz, Él nos veía a nosotros, que estamos aquí, y oró por nosotros: “Conságralos en la verdad. Tu palabra es verdad. Como tú me has mandado a mí en el mundo, también yo los he mandado a ellos; por ellos me consagro, para que sean ellos también consagrados en la verdad” (17, 17ss).
Qué consuelo tan grande es saber que Jesús mismo, el Hijo del Dios viviente, oró por la santificación de quienes hoy aquí estamos, por nuestra misión, siendo Él, «el Santo de Dios», como lo confesó Pedro, en la hora decisiva de Cafarnaúm (cfr Jn v 6, 69). Cuando Simón Pedro hizo su confesión de fe, Jesús lo llamó (a Simón) «Piedra», «Roca», siendo que el mismo Jesús es la Roca firme, como dice el libro de los Hechos: “Este Jesús es la piedra … no hay otro nombre en el cual somos salvados” (Hech 4,11-12). Porque, si estamos aquí, es porque creemos que el único nombre que da salvación es el suyo. En el nombre de Cristo, como Apóstoles, como discípulos, recibimos nosotros un «nombre nuevo», a la manera de Pedro, en el sentido de una nueva misión, la de actuar en Nombre de Jesús, de tal modo, que nuestro «yo», lejos de quedar inmanente, pasa a ser relativo siempre al «Yo» de Jesús, que así nos plenifica y nos envía. ¿Para qué?. Para sanar a los hermanos, para ayudar a los «enfermos» (en todos los sentidos válidos del término) a levantarse y retomar camino (como en el libro de los Hechos, 4,10), para amar a los pobres, para construir civilización del Amor, justa y solidaria.
En esta vocación y elección, no importa tanto cuánto hubiéramos sido apreciados o rechazados humanamente por los demás, aquí no cuenta tanto (aunque no deja de tener su influencia en nuestras vidas, es claro). Lo más importante, lo verdaderamente trascendente, es que el mismo Dios nos construye sobre la «Piedra» que rechazaron los arquitectos, que llegó a ser la Piedra Angular” (Cf Sal 117[118],22). Jesús, el Amado, el que también fue rechazado por tantos, fue Amado consustancialmente por el Eterno Padre, y eso es lo que importa, lo que trasciende: El Padre lo puso como fundamento del Templo de la Nueva Alianza. Y lo hizo a través de su Cruz. Así, querido Agustín, experimentarás en tu vida la Cruz, y sólo a través de ella serás útil para la construcción de la Iglesia. Abrazála como «Cruz Pascual», con la certeza de la Resurrección ya cumplida, del Triunfo de Cristo ya ganado. Recuerdo una hermosa carta que me envió el entonces Cardenal Eduardo Pironio, de respuesta a un saludo. En su humildad, el Cardenal tuvo a bien trazarme, en brevísimas líneas, un programa de vida: «tendrás siempre la Cruz; es la Cruz Pascual, abrazála siempre en el ministerio sacerdotal». Hoy, en la inmediatez de recibir el orden sagrado, te lo digo para que la abraces siempre con alegría sacerdotal.
Te pido que ames especialmente a esta Iglesia particular, la diócesis de Zárate-Campana, que ya te acogió cuando fuiste incardinado en tu ordenación diaconal, por imposición de manos y oración consecratoria de un servidor, en la Basílica de San Salvatore in Lauro, en Roma, al término de tu formación en la Urbe, en el Collegio “Sedes Sapientiae” y en la Universidad de la Santa Cruz. Gracias a tus Formadores de Roma, a los sacerdotes colaboradores, a tus compañeros. Tus hermanos de esta, nuestra querida diócesis, también han rezado por ti, y te esperaban con especial afecto, unánime el fervor de los sacerdotes, los religiosos, el pueblo fiel, que pidieron también la oración de los enfermos y los sufrientes. Unánime la alegría de los fieles de esta parroquia de Santa Florentina, sede de la primera iglesia catedral de la diócesis. Han sido muchas voces que se elevaron para rezar, con una sola oración en el corazón, como lo dice San Agustín, tu patrono, «en la diversidad de las lenguas de carne, está la única lengua en la fe del corazón»[1]. Te espera aquí el apostolado como vicario parroquial, y como cooperador de la Delegación Diocesana de Pastoral de Juventud, que trabaja especialmente unida a la Delegación de las Misiones, por la «Misión Joven» con que procuramos reactualizar la nueva evangelización en el discipulado, para que nuestro pueblo tenga vida en Cristo, y la tenga en abundancia.
A tu querida familia, aquí presente, la amarás más que nunca. El cuarto mandamiento no sólo «obliga», es fuente de vida y bendición. Que tus padres, tus hermanos, tus familiares todos, más que nunca tengan en el sacerdote una fuente de renovada alegría, de bendición, de dar gracias al Padre de quien procede toda bondad. Es hoy, también la consagración del Amor con que ellos te concibieron, te tuvieron, te criaron, te educaron, te amaron hasta el sacrificio. Poné en la Eucaristía de hoy la intención especialísima por ellos, y nosotros también lo hacemos.

II. LA VIRGEN «MADRE DE LA IGLESIA» ASUNTA A LOS CIELOS

La Iglesia recurrió desde un principio a la intercesión validísima de Aquélla que es «la Madre». Me refiero a María, a la cual elevamos nuestra oración, en este día fausto de su Asunción a los Cielos, que la providencia ha querido que sea el de la ordenación sacerdotal.
Ella, María, no lo olvidemos nunca, como lo dice el Obispo y Doctor San Ireneo, «llegó a ser causa de salvación para todo el género humano»[2], por eso es nuestra Madre, la Madre de la Iglesia Católica, en la cual «subsiste la Iglesia de Cristo»[3]. Durante la celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II, entre el aplauso de los Padres y del orbe católico, el recordado Papa Pablo VI proclamó a María, «Madre de la Iglesia», confirmando solemnemente una verdad de antiquísima tradición[4], porque, como ya lo decía San Anselmo, Obispo: «Cuál es la más alta dignidad que se pueda pensar, que Tú seas madre de aquéllos, de los cuales Cristo se digna de ser padre y hermano?[5].
Esos hijos y hermanos somos nosotros, y esta imagen de la Virgen que nos acompaña junto al altar, en su advocación de Nuestra Señora de Luján, nos recuerda el patronazgo de esta Madre que jamás nos soltará de la mano, como no soltó nunca a la Iglesia, aún en medio de persecuciones y de sufrimientos. Los cristianos de siempre han acudido a ella: «Khaire, María», «Alégrate…» como reza un graffito de cerca del año 300, en caracteres griegos, hallado en una excavación donde ahora surge la Basílica de la Anunciación, en Nazaret. Y en un papiro que data de más de 1.700 años, se lee la hermosa oración de una comunidad cristiana perseguida, que acude a María: «Sub tuum praesidium…» «Bajo tu amparo nos refugiamos, Santa Madre de Dios…» oración que rezamos hasta la actualidad, oración que muestra que María es nuestro amparo.
Días atrás, nuestro Papa Benedicto XVI meditó sobre la relación que existe entre la Virgen María y los presbíteros, en el marco del Año Sacerdotal. La Madre de Dios, dijo el Pontífice, es el modelo perfecto para la existencia de los sacerdotes[6], porque, en el sacrificio de Cristo, sacerdocio y Encarnación van juntos “y María está en el centro de este misterio”. Como desde la Cruz el Señor Jesús deja a María como Madre de todos los hombres en la persona del Apóstol Juan, prosiguió el Papa, y él “desde ese momento la recibió en su casa”, así vemos que esta acción “significa introducir la presencia de la Virgen en el dinamismo de la entera y propia existencia –no es una cosa exterior– y en todo constituye el horizonte del propio apostolado sacerdotal”[7]. Deja entrar a María en el horizonte de tu existencia, profundamente, con gran confianza.

III. LA INTERCESIÓN DE SAN AGUSTÍN, TU PATRONO

Querido hijo que serás ordenado sacerdote: que te proteja también hoy especialmente el Santo Obispo y Doctor, San Agustín. Hay una hermosa oración dirigida a él, pidiendo su intercesión para que nos ayude a redescubir la vida interior, algo tan necesario. En Efecto, en el discurso que tuvo en la iglesia de San Pietro in Cieldoro, en Pavía, en mayo de 1969, el Papa Pablo VI se refirió a San Agustín, y pronunció allí una oración, pidiendo al Santo su intercesión por nuestra vida interior, tantas veces atacada, como lo vemos en los acontecimientos de cada día. Te servirá para ser también, con humildad, «maestro de la vida interior», sobre todo de los jóvenes. Así reza:
“Agustín, no es acaso cierto que tú nos llamas a la vida interior?. Esa vida que nuestra educación moderna, toda proyectada sobre el mundo externo, hace languidecer, y casi hace caer en el aburrimiento?. Ya no sabemos recogernos en nosotros mismos, no sabemos más meditar, no sabemos más orar (…).
Si, luego, entramos en nuestro espíritu, pareciera que nos encerráramos dentro, perdiendo el sentido de la realidad exterior. Si, en cambio, quedamos fuera, perdemos el sentido y el gusto de las realidades interiores y de las verdades, que sólo la ventana de la vida interior nos descubre. No sabemos ya establecer la justa relación entre inmanencia y trascendencia; ya no sabemos hallar el sendero de la verdad y de la realidad a la vez, porque olvidado su punto de partida, que es la vida interior, y su punto de llegada, que es Dios mismo. Llámanos, oh San Agustín, hacia nosotros mismos; enséñanos el valor y la grandeza del reino interior (…)”[8].
Me pareció de una gran belleza y de gran valor de actualidad, dicha, como fue, en el hoy lejano 1969. Nuestro cristianismo necesita alimentarse de vida interior, del espíritu de oración, del realismo de la esperanza que no defrauda.
Por eso, querido hijo, el Señor Jesús, Pontífice de Nuestra Fe, quiere de ti un don total de tu vida, una participación sin reservas a su Pasión (Col. 1,24; Gal. 6,2), un estilo de dedicación (Cfr. Jn 13, 16 ss.) y de valentía (parrhesía apostólica) para toda la vida (Lc 12,32; Mt 10,28). Éste es el programa que te ofrece, con el don que hace en tu propio ser, en tu ordenación sacerdotal.
En el día de hoy, hora de Italia, el Papa Benedicto XVI ha ensalzado la figura de María como «Estrella que guía a la humanidad hacia Jesús, “Sol que brilla entre las tinieblas de la historia, y da la Esperanza y la Certeza del triunfo del Señor”»[9]. Que sea para tu sacerdocio ministerial la Estrella del Alba, la Guía segura, el amparo y felicidad de tu corazón.

[1] SAN AGUSTÍN, Enarr. In Ps. 54, 11: PL 36, 636.

[2] SAN IRENEO, Adv. Haer., 3, 22: PG 7, 959.

[3] Cf CONC. ECUM. VAT. II, Const. dogm. Lumen gentium, 8.

[4] SAN AGUSTÍN, De saпct. Virg., 6: PL 40, 399.

[5] SAN ANSELMO, Or., 47: PL 158, 945.

[6] Cf BENEDICTO XVI, Audiencia general, “María es modelo perfecto para sacerdotes”, Palacio de Castelgandolfo, 12 Ago de 2009.

[7] Cf Ibid.

[8] Oración (de la cual he extraído en esta homilía algunos párrafos) inspirada y querida por Pablo VI, el cual, devoto admirador y apasionado lector de San Agustín, puede considerarse a pleno título el inspirador de la iniciativa religioso-cultural de la Semana Agustiniana Pavese, la cual, desde 1969, se celebra anualmente en concordancia con la fiesta litúrgica del bautismo de San Agustín, el 24 de abril.

[9] BENEDICTO XVI, Angelus del 15 de agosto de 2009, desde Castelgandolfo. Con motivo de la celebración de la Asunción de la Virgen, el Papa Benedicto XVI ha oficiado el rezo del Ángelus desde su residencia en Castel Gandolfo.

domingo, 9 de agosto de 2009

EL OBISPO MONS. OSCAR SARLINGA VISITA EL BARRIO DE "SAN CAYETANO" PARA LA FESTIVIDAD DEL SANTO

Como todos los años el 7 de agosto Día de San Cayetano, el barrio que lleva su nombre es escenario del fervor y devoción de los vecinos de todos los sectores de Campana que concurren a participar de la procesión en la que manifiestan el agradecimiento o piden por el trabajo y el pan en la mesa.


Las calles del humilde barrio fueron testigos una vez más del paso de la imágen del querido santo con carteles, flores, cánticos de alabanza, la Bandera que lo acompaña, y entre los vecinos, el Obispo de la Diócesis Zárate Campana monseñor Oscar Sarlinga, caminó junto a los fieles y al Padre Bernardo, párroco de la Capilla San Cayetano acompañando ese grupo humano hasta llegar al Templo.

Una vez en la explanada de acceso, niños de la comunidad barrial ofrecieron danzas folklóricas en las Fiestas Patronales.
El padre Bernardo agradeció a todos:"escuchando a los que vieron crecer a San Cayetano es frecuente oír hablar de personas que acompañaron el camino, personas de distinta condición , que gratuitamente brindaron su tiempo, su dinero y su vida en distintos momentos por los que pasó el barrio. Pudo ser el catecismo, la merienda o el comedor. Pudo ser en las inundaciones o en la falta de trabajo. En casos de enfermedades o promoviendo un equipo de fúbol para los chicos. varones como Angelito. Mujeres como Elena. sacerdotes de la parroquia con Cáritas, el comedor y el salòn, momentos que quedaron grabados en la mente y corazón de los que lo vivieron. religiosas, presencia cercana de distintos países. La escuela, la asistencia a enfermos, la biblioteca y el apoyo escolar, la animación de enprendimientos como la huerta, la cocina, la costura. desde la Parroquia o la Municipalidad. Pasando el tiempo nació la Sociedad de Fomento, la escuela, el jardín de Infantes, el CIC y el Centro de estimulación.
Todo esto se parece a amasar el pan, que es formar una comunidad con distintos elementos: harina, agua, levadura, sal mezclados, amasados con paciencia. Y luego confiado al calor del horno para que se cocine hasta lograr un color moreno del pan cocido.
Es como darle alma aun pueblo. Soñar juntos y trabajar unidos para una meta.
Ahora tenemos luz, agua, tenemos escuela que crece, un hermoso centro comunitario con médicos casi todos los días.
Nos queda una pregunta. Como grupo humano, como barrio ¿estamos mejor?. ¿nos tratamos con respeto?, ¿estamos más contentos?, ¿nos sentimos "barrio"?
Concluídas sus palabras una vecina la Sra. olga Escobar cortó el pan casero que se ditribuyó a los presentes en un momento conmovedor.
Posteriormente fue oficiada la Santa Misa por el Obispo Sarlinga concelebrada con los sacerdotes, donde Monseñor abogó por la solidaridad, el amor de hermanos, el preocuparse unos por otros.
Finalizada la Misa que fue seguida con fe y devoción por los fieles que colmaron la Capilla, y ya en el salón Parroquial el chocolate caliente compartido por todos fue la continuidad de las Fiestas patronales en el Día de San Cayetano.


Fuente: Diario La Autentica Defensa: "Fé y devoción al Santo del Pan y el Trabajo en la procesión con San Cayetano por las calles del barrio". Del 08-08-2009.

URL: http://www.laautenticadefensa.com.ar/noticias.php?sid=66043

jueves, 6 de agosto de 2009

ORDENACIÓN DIACONAL DE LOS ACÓLITOS FERNANDO FUSARI Y ALFREDO ANTONELLI







El día 1ro. de agosto nuestros seminaristas Fernando Fusari y Alfredo Antonelli fueron ordenados diáconos, por imposición de manos y oración consecratoria de nuestro Obispo Mons. Oscar Sarlinga, en la iglesia de San Antonio de Padua, de San Antonio de Areco (parroquia de donde son originarios y donde viven sus familias). Ha sido una gran alegría para nuestra comunidad diocesana y para la Iglesia. Concelebraron la Eucaristía con el Obispo 40 sacerdotes y participó uno de los diáconos que también se encuentra camino al sacerdocio ministerial.

Entre los concelebrantes se hallaban Mons. Edgardo Galuppo, vicario general, Mons. Santiago Herrera, pro-vicario general y Rector del Seminario “San Pedro y San Pablo” y muchos sacerdotes diocesanos. Los seminaristas del mencionado Seminario, con sede en Buenos Aires, asistieron a la ceremonia.

La parroquia, confiada por Mons. Sarlinga por contrato a los Padres Palotinos (Sociedad del Apostolado Católico) cuenta como cura párroco con el Rev. P. Santiago Whelan, S.A.C., el cual dirigió al final unas emotivas palabras. También se encontraba el P. Tomás O’Donnell (Delegado provincial y cura párroco de San Patricio, en Mercedes) y el P. Fernando Bello (hasta entonces vicario parroquial de San Antonio de Padua).

Las familias de los ordenados se encontraban presentes, ubicadas en los primeros bancos, a ambos lados de la iglesia. Asimismo, amigos, fieles laicos provenientes de las parroquias donde han realizado su pastoral de fin de semana (Nuestra Señora de las Gracias, de Pilar, la Natividad del Señor de Escobar, entre otras) y feligreses de la entera diócesis y de la parroquia de San Antonio. Numerosas religiosas de la ciudad y de otras ciudades de la diócesis también acudieron a la ceremonia.

Conforme a las lecturas de la misa, el Obispo fue desarrollando su homilía.

Antes de que fueras formado en el seno materno, te conocía
(Jer. 1, 4-9)
“Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí. Yo dije: «¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho». y me dijo Yahveh: No digas: «Soy un muchacho», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás. No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte -oráculo de Yahveh-. Entonces alargó Yahveh su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahveh: Mira que he puesto mis palabras en tu boca”.

A continuación, y refiriéndose a la lectura de los libros de los Hechos, el Obispo dijo a las familias de Fernando y Alfredo que sus hijos habían sido elegidos por el mismo Señor Jesucristo, a través de la Iglesia y a través del ministerio del Sucesor de los Apóstoles, para ser, como los diáconos de los que habla la Palabra de Dios, ministros de la caridad en su Iglesia Santa.


Hechos 6:1-7
Elección de los siete
“ 1 En aquellos días, al aumentar el número de los discípulos, se quejaron los judíos de habla griega contra los de habla aramea de que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos.2 Así que los doce reunieron a toda la comunidad de discípulos y les dijeron: «No está bien que nosotros los apóstoles descuidemos el ministerio de la palabra de Dios para servir las mesas.3 Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad.4 Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra.» 5 Esta propuesta agradó a toda la asamblea. Escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía. Los presentaron a los apóstoles, quienes oraron y les impusieron las manos. 7 Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe”.

El Evangelio proclamado fue el de Juan 15,9-17

“En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
9 Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
11 Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
12 Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
13 Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15 Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
16 No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé.
17 Esto os mando: que os améis unos a otros”.

Luego de explicar que se trata de parte del discurso de Jesús, pronunciado en el Cenáculo el último día de su vida terrena, Mons. Sarlinga dijo que en los capítulos anteriores, Jesús se autorrevela muchas veces como Hijo de Dios y que, a través de las palabras y los hechos, el mismo Jesús revela a sus discípulos su profunda unión con el Padre y su total dependencia de Él, en todo. En el pasaje de hoy, continuamos reflexionando sobre cómo esta relación de amor entre el Padre y el Hijo puede llegar a ser también nuestra. Sólo de nuestra apertura de fe depende si esta Palabra de vida nos da la fuerza suficiente para llegar a ser hijos e hijas de Dios (cf. Jn 1,12).

Mencionó también que la certeza de haber sido amados como somos despierta en nosotros muchas energías vitales. Y precisamente Jesús nos pide que permanezcamos en su amor, como Él está enraizado en el amor del Padre: «Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor» (v.10). Este "permanecer" en su amor debe ser visible en la vivencia de sus mandamientos (v.10), siguiendo el ejemplo de Jesús, Hijo predilecto, que siempre hacía lo que le agrada al Padre.

Dijo también el Obispo que la Palabra de Jesús, acogida con una actitud de fe, produce en los discípulos frutos de alegría. Ella es el fruto del auténtico "permanecer" en el amor de Jesús (v. 11). Esta alegría no es superficial e inestable, y no depende del propio estado del alma o de las circunstancias externas; está lejos del mero subjetivismo o de la emotividad. Esta alegría es plena porque es el don del Señor Resucitado y es el signo de la presencia del Espíritu que nos ha sido dado (cf. Gál 5,22). Esta alegría puede invadir toda la vida del discípulo de Jesús, incluso en las situaciones de objetivo sufrimiento, de soledad, de abandono o de dolor.

A modo de ejemplo, mencionó que los apóstoles sentían alegría incluso en situaciones difíciles y graves, como cuando habían sido considerados dignos de soportar ultrajes por el Nombre de Jesús (cf. Hch 5,41). También San Pablo apóstol se siente lleno de consolación y repleto de gozo, a pesar de tantas tribulaciones (cf. 2 Co 7,4). Por ello, agregó el Obispo, nuestra alegría debe crecer continuamente hasta alcanzar su plenitud, por esto, Jesús ha orado en el Cenáculo: "para que tengan en ellos la plenitud de mi alegría" (Jn 17,13).

A continuación les aconsejó a Fernando y a Alfredo, por entonces a punto de ser ordenados, que recordaran siempre, en todas partes, y en todos los momentos de su vida, esta certeza fundamental: el no haber elegido ellos a Jesús, sino que el mismo Jesucristo los había elegido a ellos, conforme al evangelio que acababan de escuchar:«No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido; y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé» (v.16).

“Recuérdenlo siempre –les dijo- en todos los momentos de la vida; si hubiéramos sido nosotros los que lo elegimos a Jesucristo, entonces esa elección, si hubiera sido sólo de parte nuestra, entonces habría sido pasible de todos nuestros defectos, y podría dejar lugar a la duda, no habría sido segura… En cambio, es el Señor el que nos eligió a nosotros, y esta elección es indefectible… a través del Espíritu, que obra en la Iglesia, y que se manifiesta en el llamado del Apóstol, del Sucesor de los Apóstoles. Recuérdenlo especialmente en los momentos de sequedad espiritual, de dolor o de abandono, pruebas que en la vida de consagrados no nos van a faltar; recuérdenlo siempre, como una fuente de fecundidad espiritual, porque, como dice el Salmo 22: “Aunque cruce por oscuras quebradas, ningún mal temeré, tu vara y tu cayado me infunden confianza”

Luego citó el Obispo unas palabras del Papa Benedicto XVI (Los Sacerdotes deben difundir alegría y esperanza que surgen del Evangelio, destaca el Papa, en Regina Coeli, en el VATICANO, 27 Abr. 08 / 09:29 am), destacando que el Papa, tomando como ejemplo el pasaje de los Hechos de los Apóstoles, aquél precisamente en el que el diácono Felipe lleva el Evangelio a Samaria, oportunidad en la que se dice que "fue grande al alegría en esa ciudad". Mons. Sarlinga hizo notar que el Pontífice precisó que esta es la misión de los sacerdotes (y de todos los consagrados): "sembrar en el mundo la alegría del Evangelio".

"Donde Cristo es predicado con la fuerza del Espíritu Santo y es acogido con ánimo abierto, la sociedad, llena de tanto problemas, se convierte en la 'ciudad de la alegría', como se lee en el título de un célebre libro referido a la obra de la Madre Teresa de Calcuta", dijo, citando las palabras del Papa.

Al término de la misa, se tuvo un ágape fraterno, con participación de las familias, de numerosos sacerdotes y seminaristas, y de gran número de fieles laicos de la comunidad.