sábado, 29 de diciembre de 2012

Inauguración del retablo lateral “del Año de la Fe” en la iglesia concatedral de Belén de Escobar y entronización de la imagen del Apóstol San Pedro

El Obispo Mons. Oscar Sarlinga llamó a a recuperar el sentido del “anuncio natalicio”, en sentido de las nuevas creaturas que somos por la gracia y asimismo “el profetismo de la esperanza”, sin la cual la Iglesia y la sociedad quedarían inermes.



Siguiendo un pedido del Obispo Mons. Oscar Sarlinga, la feligresía de la iglesia concatedral de la Natividad del Señor en Escobar (diócesis de Zárate-Campana) ofrendó un hermoso y artístico retablo (o “altar lateral”), obra de un reconocido artista en madera de cedro, donde el mismo Obispo entronizó el sábado 22 de diciembre la venerable e insigne imagen de San Pedro, del siglo XVIII, la misma que acompañó la eucaristía de apertura diocesana del Año de la Fe, el 12 de octubre en Nuestra Señora del Pilar, ante millares de fieles. Junto a la sagrada imagen fueron puestos en valor unos relicarios que desde muy antiguo estaban destinados a la iglesia de la Natividad, con las reliquias autenticadas del Padre apostólico (y obispo) San Timoteo, y de otros santos. Mons. Oscar Sarlinga procedió a la bendición del nuevo retablo y de la imagen del Apóstol, después del saludo inicial, luego de lo cual se dio la procesión hacia el altar mayor, y siguió con la oración colecta. En la homilía el Obispo hizo referencia a la fe, la fe en el aspecto subjectual de “adhesión de toda la inteligencia y de todo el corazón”, y también en su dimensión de “contenido de la fe que la Iglesia nos propone para creer”, y que hemos de profundizar, principalmente con el Concilio Vaticano II y con el Catecismo de la Iglesia Católica” –dijo-. Refiriéndose al Concilio, dijo que el día de su apertura, el 11 de octubre de 1962 se celebraba la fiesta de María Santísima, Madre de Dios y que por eso el Papa Benedicto XVI, en su convocatoria al Año de la fe, se lo confió a la Virgen, y para ello peregrinó a Loreto, a la Santa Casa, pues la Virgen María brilla siempre como estrella en el camino de la nueva evangelización”. Exhortó también a recuperar el sentido del “anuncio natalicio”, en sentido de las nuevas creaturas que somos por la gracia y de cómo el Señor naciente nos hace “renacer en Él”, y asimismo “el profetismo de la esperanza”, al que ve, dijo Mons. Sarlinga, como un componente revitalizador para la nueva evangelización al que nos llama la Iglesia, y sin el cual, “tanto la misma Iglesia como la sociedad quedarían inermes”. La Santa Misa fue televisada en directo por el Canal Provincial y el Canal de Escobar. La sagrada imagen del Apóstol San Pedro que fue entronizada es una de las pocas del mismo con que cuenta la diócesis, puesto que las hay, a excepción de la de Escobar, expuestas a la pública veneración sólo tres, en la ciudad de Campana, dos de la capilla de San Pedro en el barrio de Villanueva habiendo sido, la ubicada junto al altar, proveniente de la catedral de San Isidro (según documento de donación). La tercera imagen de San Pedro, junto con la de San Pablo, está en la actual parroquia de Nuestra Señora de Luján y de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, en Campana (luego de haber estado en el Seminario diocesano, cuando funcionó en la ciudad, hasta el año de su cierre, en 2001). Actualmente en el Seminario (en Campana) no hay estatuas sino dos imágenes pictóricas que representan a los Apóstoles. También citó el Obispo algunos aspectos de la homilía del Papa Benedicto XVI para la apertura del Año de la fe en Roma, los cuales pueden encontrarse en:
Y en:
En especial se refirió al parágrafo en el que el Papa Benedicto afirma que el Año que ese día inauguraba “ (…) está vinculado coherentemente con todo el camino de la Iglesia en los últimos 50 años: desde el Concilio, mediante el magisterio del siervo de Dios Pablo VI, que convocó un «Año de la fe» en 1967, hasta el Gran Jubileo del 2000, con el que el beato Juan Pablo II propuso de nuevo a toda la humanidad a Jesucristo como único Salvador, ayer, hoy y siempre. Estos dos Pontífices, Pablo VI y Juan Pablo II, convergieron profunda y plenamente en poner a Cristo como centro del cosmos y de la historia, y en el anhelo apostólico de anunciarlo al mundo. Jesús es el centro de la fe cristiana”. Y asimismo, reafirmó Mons. Sarlinga, aludiendo al Concilio Vaticano II, que el Papa mencionó en dicha homilía que (…) «el supremo interés del Concilio Ecuménico es que el sagrado depósito de la doctrina cristiana sea custodiado y enseñado de forma cada vez más eficaz… La tarea principal de este Concilio no es, por lo tanto, la discusión de este o aquel tema de la doctrina… Para eso no era necesario un Concilio… Es preciso que esta doctrina verdadera e inmutable, que ha de ser fielmente respetada, se profundice y presente según las exigencias de nuestro tiempo» (AAS 54 [1962], 790. 791-792). Así decía el Papa Juan en la inauguración del Concilio”. De la Santa Misa presidida por Mons. Oscar Sarlinga concelebraron los Pbros. Mauricio Aracena, rector, Albino Cabral, cura párroco, Nestor Villa y Carlos Bertone, vicario parroquial. El coro de jóvenes de la parroquia engalanó la celebración, al término de la cual se tuvo un gesto, similar al reciente en la iglesia catedral de Santa Florentina, de la luz de la paz de Belén, de la pastoral scout de la comisión católica de la asociación civil Scouts de Argentina.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Historia de los grupos de "piedad ecuménica" en la diócesis de Zárate-Campana

El Papa Benedicto XVI se había referido en algunas circunstancias a los grupos de oración dentro de la Iglesia Católica, para que oraran por el ecumenismo y el diálogo religioso. En cuanto grupos "de piedad ecuménica", los mismos fueron madurando en la mente y corazón de nuestro Obispo y efectivamente brotaron del consejo brindado por Monseñor Dr. Oscar Sarlinga, Obispo de Zárate-Campana, en el seno de la Asamblea Ordinaria de 2009, la cual visitara con el fin de orientar y  encauzar el rumbo de la Asociación de Amigos de Santa Brígida de Suecia, asociación privada de fieles, luego de diversas dificultades las cuales detenían su crecimiento. Así, brotó del obispo, la concepción de orantes, particularmente o en grupo, con lazos jurídicos débiles, pero con un esquema de oración a semejanza que el Apostolado de la Oración que les conferirá una íntima y eficaz comunión espiritual. Solo debían comprometerse a rezar diariamente la oración propuesta cuyo texto contiene – como puede advertirse en anexo- todos los elementos de la UNIDAD. Exhortarlos también a participar anualmente de la fiesta de Santa Brígida de Suecia( Patrona del ecumenismo espiritual y del diálogo interreligioso en esta diócesis junto a la beata M.I.Hesselblad), y de la Peregrinación de Piedad Ecuménica a la Basílica de Luján el lunes previo a la Natividad del Señor. Su dependencia es directamente con el obispo a través de la delegación diocesana de ecumenismo y diálogo interreligioso. Un coordinador o celador relevará los datos de cada promitente y se lo comunicará al responsable diocesano.

Así fueron brotando los centros Santa Catalina de Vadstena (Pilar Centro), Nuestra Señora de Lourdes (Maquinista Savio-Barrio Santa Brígida), San Ricardo Reynolds (Campana), Santiago Apóstol (Baradero).
Habida cuenta de la escasez, casi ausencia de iglesias y comuniones eclesiales históricas, este medio promueve el amor y el deseo por la unidad de los cristianos según el mismo mandato del Señor Jesús, y despierta la inquietud del diálogo judeocristiano e interreligioso y la concordia en toda la familia humana.
La ductilidad de los centros y el texto de la oración propuesta, la hacen adecuada para cualquier diócesis. Puede variarse la cura pastoral de quien los modere, obviamente el nombre del señor obispo en caso que se difunda por otras iglesias locales, etc. Por ello presentamos esta realización como subsidio para promover la base de todo apostolado, inclusive el ecuménico, que es la oración.

ORACIONES  DIARIAS

Señor Jesús, que nos diste el mandato de la UNIDAD cuando instituiste la Eucaristía, el Sacerdocio y el amarnos como Tu nos amaste, te pedimos por la UNIDAD de tu ESPOSA la IGLESIA nacida de tu Corazón abierto en el madero de la cruz.
Te pedimos en primer lugar por el Santo Padre, vínculo de UNIDAD y de CARIDAD al servicio de toda la Iglesia y Pastor Universal, por el Episcopado, por nuestro obispo…..y la santidad de todos los pastores, consagrados y de la familia cristiana.

Te pedimos por la unión de todos los que nos llamamos cristianos y somos tuyos por los méritos de tu Pasión , la Fe y el Bautismo.

Te pedimos poder ser instrumentos dóciles en tus manos y te ofrecemos nuestra nada para que la llenes de Tu Presencia y por el Soplo del Espíritu Vivificante seamos agentes de reconciliación.
Te pedimos también por el Pueblo de la Primera Alianza el Pueblo de Israel, hermanos mayores en la Fe de los Padres, como también por los hijos de Ismael, y por cuantos creen en Ti. Que nuestra obediencia a los designios de Tu Corazón nos disponga al diálogo fecundo, y que el Santo Espíritu sople sobre toda la familia humana, sobre los que creen y los que dicen no creer, y por quienes reniegan de Ti, en frutos de concordia y de paz.

Te lo pedimos Trinidad Consustancial e Indivisible, Padre, Hijo y Espíritu Santo por los méritos infinitos de la Pasión de Jesucristo, las súplicas de la Bienaventurada Siempre Virgen María, de Santa Brígida de Suecia, la beata madre María Isabel Hesselblad y de todos los ángeles y santos. Que seamos uno (UT UNUM SINT) para gloria tuya y para que el mundo crea. AMEN.

Estas oraciones, con las debidas licencias del Obispado de Zárate- Campana, son rezadas diariamente por los y los devotos de la santa y su carisma.

A las intenciones en ellas señaladas, y en unión de espíritu con todos los monasterios y casas de la Orden del Ssmo. Salvador en sus tres ramas, de los institutos religiosos y cofradías que se proponen el ecumenismo espiritual y  según el carisma de la santa, y por el renacimiento de los monjes de la orden.
Se añade el recitado del Padre Nuestro, Ave María, Credo Apostólico y Salve Regina. Concluyendo con el recitado del   y la oración del Libro de las Celestiales Revelaciones de confianza en la Providencia Divina.


RADIO MESSAGE OF PAUL VI
ON THE FOURTH CENTENARY
OF THE EVANGELIZATION OF THE PHILIPPINES

Sunday, 2 May 1965

Venerable Brothers, beloved sons and daughters,
In Spirit, We are present among you now, as you celebrate the four hundredth anniversary of the evangelization of the Philippines. Those first valiant missionaries undertook a long and perilous voyage to bring you the Faith, for they were driven by the love of Christ, Who said: «Go into the whole world and preach the Gospel» (Marc. 16, 15).
Those intrepid pioneers realized the primordial importance of the Faith. You, their spiritual sons, will ever keep that Faith in its integrity, particularly by providing for the solid religious instruction of your children and all your people.
As a great Catholic nation in South-East Asia, you are truly «a city set on a mountain (which) cannot be hidden... A lamp put upon a lampstand, so as to give light to all» (Math. 14-15). Consider how great is your responsibility to give good example to those of other faiths, and thus sweetly draw men to the Heart of Jesus, king and center of all hearts. Manifest your gratitude for four centuries of grace by striving to give the best example of Faith, Hope and Love, of all the other Christian virtues, to the entire world, especially the nations nearest to you.
In this, you have been encouraged and instructed by the recent Congress of Catholic Action, which trains new apostles for the religious and social assistance of the people.
The very first act of your religious history was the celebration of Holy Mass on your beloved soil. Conserve and deepen your belief in the Blessed Eucharist, especially during these days of the National Eucharistic Congress with its manifestation of sincere and solemn devotion.
We have raised the Cathedral Church of Cebù to the dignity of Minor Basilica, thus recognizing the four centuries of evangelization preached in this temple, the symbol of the birth and growth of Christianity in the Philippines. You are noted for your love of the Child Jesus, «el Santo Niño». Carry Him always in your hearts, «glorify Him and bear Him in your bodies» (1 Cor. 6, 20); so that His virtues may shine forth in your lives, and give light to all men, «that they may see your good works, and give glory to your Father in Heaven» (Matth. V. 16). Love and honor His Immaculate Mother, Mary, Mother of the Church and our Mother. Thus, indeed, will you make the motto of your centenary come true: The Philippines for Christ!
From a heart filled with paternal affection, We invoke upon you all, the protection, guidance and love of the Holy Child Jesus and of Mary, ever a Virgin. And We lovingly impart to His Excellency the President of the Republic, who has honored these ceremonies by his presence; to the Members of the Government; to the Most Reverend Hierarchy, and in the first place to Our distinguished Cardinal Legate, and to Cardinal Santos, Archbishop of Manila; to the great Catholic Universities, their professors and students; to all the priests, religious, and beloved people of the Philippines, Our special Apostolic Blessing.

Y ahora vamos a expresarnos en la lengua con la que los Misioneros españoles anunciaron por vez primera el evangeho en vuestras Islas.
La posición geográfica y el destino histórico de vuestro País en el Extremo Oriente, el esplendor de vida religiosa de vuestros hogares, estos y tantos otros títulos que podríamos enumerar, constituyen otras tantas llamadas e invitaciones a dar a vuestra sincera profesión católica una creciente expansión misionera. Conocemos el proyecto de Seminario para Misiones Extranjeras con cuya realización el celoso Episcopado Filipino pone broche de oro a este centenario, y Nos con alegría lo bendecimos.
Amadísimos Hijos:
Os hemos enviado, para representarnos en las solemnidades que terminan, como Legado Nuestro, un dignísimo y querido Cardenal. Mas con cuánto gusto hubiéramos querido visitar en esta ocasión vuestro hermoso País, estar personalmente presentes entre vosotros, para alentar vuestros buenos propósitos de fidelidad a Cristo y a su evangelio, para dar con Nuestra presencia un nuevo testimonio del afecto que el Vicario de Cristo profesa a ese gran pueblo lleno de méritos y de promesas. Tened todos la certeza del gran amor con que invocamos sobre cada uno de vosotros las más ricas gracias del Cielo y os otorgamos una amplia y efusiva Bendición Apostólica.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Procesión Náutica en el día de la Inmaculada Concepción. Preside las celebraciones religiosas Mons. Ariel Pérez.

El 8 de diciembre, parte del puerto de la Ciudad de Campana una procesión náutica encabezada por la Imagen de la Nuestra Señora Stella Maris hasta la escuela Nuestra Señora de las Islas, perteneciente al obispado de Zárate-Campana, ubicada en la intersección del canal Alem y el Rio Carabela. En torno a las 09.00 del día 8, en la Inmaculada Concepción de la Virgen María, zarpa del puerto de la Ciudad de Campana la procesión náutica que se realiza todos los años para ese día festivo en honor de nuestra Madre. Como de costumbre, a partir de las 08.00 los fieles comienzan a congregarse en el puerto esperando el arribo de la Imagen de Nuestra Señora bajo la advocación de Stella Maris. Dicha imagen pertenece, desde 1963, al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos de Campana, a quienes se los invitó este año para llevar la imagen durante la procesión. Una vez llegada la imagen, se procede a su entronización en uno de los barcos y se da inicio al recorrido náutico. Durante la procesión, que se llevó a cabo por el Canal Alem y el Río Carabelas, los fieles rezaron el rosario y entonaron cantos a la Virgen. La misma fue transmitida por canal 68 Banda Marina y en ocasiones por FM Santa María.
El lugar de arribo es el Centro de Formación Profesional Nº 402 Nuestra Señora de las Islas. Al llegar las embarcaciones, la Imagen de Nuestra Señora es recibida por centenares de personas provenientes de diferentes sectores de las islas, así también como por alumnos, padres y personal de la institución, miembros del S.O.M.U, prefectura naval y fieles de la ciudad de campana, en su mayoría, que se habían trasladados al lugar para esta ocasión, muchos de ellos en las diferentes embarcaciones antes mencionadas. Arribada la Imagen se procede a otra peregrinación, pero esta ya no náutica, sino terrestre, que parte del muelle del Centro de Formación Profesional hasta la Imagen de Nuestra Señora de las Islas que se encuentra en un eucalipto nonagenario. Culminada la procesión se celebra la Santa Misa.