sábado, 8 de febrero de 2014

Lectura del primer libro de los Reyes

1 Rey 3, 4-13

El rey Salomón fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ése era el principal lugar alto. Sobre ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos. En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Dios le dijo: «Pídeme lo que quieras». Salomón respondió: «Tú has tratado a tu servidor David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; Tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que Tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?» Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y Dios le dijo: «Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, Yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti. Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida».

Palabra de Dios.
Spiritus ubi vult sufflat

domingo, 5 de enero de 2014

Epifanía del Señor

Desde la tarde del domingo 5 hasta todo el lunes 6 la Iglesia celebra la Epifanía del Señor. En la misión intensiva de verano, en Pilar, tenemos en la tarde del domingo la Eucaristía con la celebración de bautismos de adultos. ¡Alegría para el Pueblo de Dios!.
EPIFANÍA: es un "hoy" expresivo, santamente mostrativo, epifánico, manifestativo de Jesús y de (lo que será, viéndolo desde el Pesebre) su Pueblo mesiánico. En este "hoy" celebramos la solemnidad de la Epifanía, que significa "manifestación", y se nos propone de nuevo con vigor el tema de la luz. Hoy el Mesías, que se manifestó en Belén a humildes pastores de la región, sigue revelándose como luz de los pueblos de todos los tiempos y de todos los lugares. La ESTRELLA: Para los Magos, que acudieron de Oriente a adorarlo, la luz del "Rey" que ha nacido" (Cf Mt 2, 2) toma la forma de un astro celeste, tan brillante que atrae su mirada y los guía hasta Jerusalén. Así, les hace seguir los indicios de las antiguas profecías mesiánicas: "De Jacob avanza una estrella, un cetro surge de Israel..." (Nm 24, 17). 
 Los Reyes continúan representando a los Pueblos en el "hoy" epifánico de la Epifanía del Señor.