Dado el 30 de abril de 2009
Entrega a su Causa, a la que abraza su Cuerpo, que es la Iglesia, y que posee como aspectos integrativos la Evangelización (la cual es la misión misma de la Iglesia, cuyo Nombre es «Misión») y la promoción humana, tan integral cuanto el ser humano es integral, por su dignidad que le viene de ser Imagen de Dios. «Lavar los pies» ha de ser un gesto litúrgico del Jueves Santo, sí, pero ese gesto ha de ser expresión viviente de una vida dedicada por entero. Más allá de los gestos, incluso, sólo al momento de exhalar el último suspiro, podremos ver «como Dios lo ve», cuánto lo hayamos hecho de verdad. Ojalá, de corazón, todos escuchemos: «Venid, benditos de mi Padre». Sólo el Señor juzga con Justicia y Misericordia infinitas. Nosotros, pidamos Misericordia.
Ahora: ¿cuál es el origen del Pastor?. Sabemos que Israel ha sido el pueblo de la Alianza, elegido por Dios para realizar el proyecto universal de salvación; su Pastor ha sido el mismo Dios, de lo cual habla el Antiguo Testamento, a modo de ejemplo, por boca de Isaías, Jeremías y Ezequiel, en cuyas palabras resuena el tema del «Mesías-Pastor» y de la «grey del Señor», refiriéndose al Pueblo de Dios (Cf Is 40,11; Ez 34,23). Dentro de los Salmos, el 22 es por excelencia el himno al Señor Pastor: “El Señor es mi Pastor; nada me puede faltar; en praderas cubiertas de verdor, Él me hace descansar, me conduce por las aguas tranquilas... me guía por el recto camino... Aunque cruce por oscuras quebradas, ningún mal temeré, porque Tú estás conmigo...” (Sal 23,1-3).
En la Nueva y Eterna Alianza, Jesús habla de sí mismo como «el Buen Pastor» que da la vida eterna a sus ovejas (cf. Jn 10, 28), la vida de verdad, belleza, hermosura, y perenne novedad en Él, «que hace nuevas todas las cosas». En la lengua griega, «bueno» y «hermoso o bello» pueden ser equivalentes, por eso, al respecto, nos enseñaba Benedicto XVI en el año 2007: “Al término "pastor" el evangelista añade significativamente el adjetivo «kalós», hermoso, que utiliza únicamente con referencia a Jesús y a su misión. También en el relato de las bodas de Caná el adjetivo«kalós» se emplea dos veces aplicado al vino ofrecido por Jesús, y es fácil ver en él el símbolo del vino bueno de los tiempos mesiánicos (cf. Jn 2, 10)”[1]. No es de extrañarnos que el mismo Jesús, que se designa «Pastor», y por consiguiente el que guía a las ovejas, se llame también a sí mismo «Puerta» (Cf Jn 10, 7) porque sólo a través de Él, el Pastor por antonomasia, entran tanto las ovejas como aquéllos que por Él mismo son hechos «pastores».
En el Nombre de Cristo se es Pastor, razón por la cual los invito a meditar sobre la lectura del Libro de los Hechos, en este Domingo: «No hay bajo el cielo otro nombre que podamos invocar para ser salvos» (Hch 4,12). El significado de esta afirmación consiste en que Jesús es el dador de gracia, el dador de la vida divina por medio del Bautismo y de los otros sacramentos. Cuando Él se manifieste en su Gloria, nosotros semejantes en todo a Él, y lo veremos como Él es, «Él, el que es» (Cf 1 Jn 3,3). Mientras tanto, en esta vida, tanto nos conoce y nos ama, que lo hace personalmente y con valor eterno. Por eso San Pablo usa la frase: se entregó «por mí» (Cf Gal 2,20).
Sin embargo, en este Cuarto Domingo de Pascua la Iglesia también, de modo especial, se refiere a las palabras de Cristo, considerándolas a la luz de los pastores que guíen al pueblo a ellos encomendado, que trabajen por él: «...pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies...»; y por ello este Domingo es dedicado particularmente a pedir a Dios por las vocaciones sacerdotales, las vocaciones al sacerdocio ministerial. El sacramento del Orden hace partícipes a quienes lo reciben de la misma misión de Cristo, en tanto llamados a la siembra de la semilla de la Palabra Divina, a distribuir la Misericordia de Dios, a reconciliar, y a dar de comer a los fieles en la Mesa del Cuerpo y Sangre de Cristo. Es una misión maravillosa, y que exige responsabilidad, pues el pastor defiende a sus ovejas y ofrece hasta la vida por ellas. El pastor continuamente desea que, en uso de la libertad, la grey crezca y se fortalezca (Cf Jn 10,16).
Muchas bendiciones esperamos de la CONSAGRACIÓN DE NUESTRA DIÓCESIS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, para que Él nos dé «pastores según su corazón». Un servidor les decía, el pasado año: “Como comunidad diocesana, la Fiesta de Nuestra Señora de Luján, Patrona de nuestra diócesis, la celebraremos este año, el sábado 3 de mayo, en Santiago del Baradero, cuya parroquia matriz cumple 370 años. Hemos cumplido así con una de las primeras propuestas del consejo presbiteral y del consejo pastoral, habiendo celebrado la Fiesta patronal diocesana en la iglesia catedral de Santa Florentina (2006), en la Inmaculada Concepción de Maquinista Savio (2007) y en este 2008, en Santiago del Baradero. Todo ello cual signo de la unidad diocesana. Dios mediante, en 2009 será celebrada en la Natividad del Señor, de Belén de Escobar, precedida por la «misión joven», como hemos venido haciéndolo desde 2007”[3]. Este año tenemos la gracia de consagrar nuestra Iglesia particular al Corazón de Jesús, todavía dentro del Año Paulino Jubilar, y a poco de Comenzar el AÑO SACERDOTAL, a que ha convocado nuestro Papa Benedicto XVI.
¡Que Dios nos dé el recibir grandes bendiciones!. Pongamos en el Corazón del Gran Pastor Resucitado a todos nuestros seres queridos, a los que sufren, a los que se encomiendan a nuestras oraciones, a los que esperan (aún sin saberlo cabalmente) de nuestro testimonio evangelizador y caritativo… Y que esta confianza en Dios Altísimo venga de la mano de nuestra Madre, la Madre de la Iglesia, en su advocación de NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN, Nuestra Patrona.
+Oscar Sarlinga
[1] BENEDICTO XVI, Homilía en la ordenación de 22 diáconos de Roma, Santa Misa de Ordenaciones Sacerdotales con ocasión de la Jornada mundial de oración por las vocaciones, Basílica Vaticana, IV Domingo de Pascua, 29 de abril de 2007.
[2] Cf JUAN PABLO II, Visita alla Parrocchia Romana di Sant’Antonio da Padova, Omelia di Giovanni Paolo II, Roma, 6 de mayo de 1979 (“Ustedes, padres de familia, deben ejercitar las funciones del Buen Pastor para con sus hijos, y también ustedes, hijos, deben ser de edificación con su amor (…) También las recíprocas relaciones entre los cónyuges deben tener la impronta del ejemplo del Buen Pastor (…) Así pues en la escuela, en el trabajo, en los lugares de esparcimiento y en el tiempo libre, en los hospitales y donde se sufre, siempre cada uno busque de ser «buen pastor» como Jesús. Pero sobre todo sean «buenos pastores» en la sociedad las personas consagradas a Dios (…) El mundo de hoy tiene más que nunca necesidad de testigos convencidos y totalmente consagrados”).
[3] http://74.125.93.132/search?q=cache:stPirvXN8Q4J:www.camineo.info/news/170/ARTICLE/4627/2008-04-16.html+2009+IV+domingo+de+Pascua+Jornada+Buen+Pastor+2009&cd=7&hl=es&ct=clnk&gl=ar